Sistemas de calefacción ecológica

La crisis energética global ha disparado el precio de recursos como el gas, lo que plantea la búsqueda de alternativas más económicas y eficientes, como es el caso de los sistemas de calefacción ecológica. Al fin y al cabo, la solución pasa por reducir la demanda energética y lograr la transición hacia un modelo basado en recursos sostenibles. Un cambio que, además de beneficiar al medio ambiente, ofrece un significativo ahorro económico a los hogares.

Antes que nada, conviene señalar que los sistemas de calefacción ecológica de bajo consumo son aquellos que reducen las emisiones de CO2 a la vez que maximizan la eficiencia energética y estas son algunas de las alternativas más populares.

Energía solar, la potencia de una estrella

Se trata de la fuente renovable más abundante y limpia. Para ello, se utilizan paneles solares térmicos, que capturan el calor para para producir agua caliente sanitaria (ACS), entre otros recursos.

Utilizando esta opción se puede llegar a ahorrar un 55 % en el consumo de gas y gasoil, siendo los fancoils, los radiadores y el suelo radiante los sistemas más comunes. También existe la posibilidad de recurrir a paneles infrarrojos y a la calefacción radiante.

Sea como sea, este sistema de calefacción ecológica no produce residuos ni contaminantes. Además, suele combinarse con otros sistemas, como la aerotermia.

Aerotermia, la opción más versátil

Este sistema de calefacción ecológica de bajo consumo, refrigeración y ACS utiliza una bomba de calor aire-agua que extrae la energía térmica contenida en el aire del exterior, incluso a temperaturas bajo cero.

La principal ventaja que ofrece es la eficiencia energética. Esto se debe a que funciona a partir de una fuente renovable de energía y a que consume una cantidad mínima de electricidad para mover el calor, lo que se traduce en un considerable ahorro en las facturas de la luz. De hecho, su coeficiente de rendimiento (COP) supera el 3.5, convirtiéndola en una de las alternativas más eficientes del mercado. 

Con todo, su uso es compatible con radiadores y suelo radiante, optimizando así la distribución uniforme del calor. 

Energía geotérmica, el calor natural del subsuelo

Este tipo de sistemas de calefacción ecológica utiliza el calor almacenado bajo la superficie terrestre mediante una bomba de calor geotérmica.

Al extraer el calor de una fuente renovable, minimiza las emisiones de CO2 y también reduce el consumo energético.

Si bien la inversión inicial que se necesita para utilizar este sistema es muy alta, el ahorro energético que ofrece a largo plazo es significativo. Además, también puede combinarse con suelo radiante.

La biomasa, la alternativa ecológica procedente del olivar

Para esta alternativa se utilizan biocombustibles, es decir, combustibles de origen orgánico como el hueso de aceituna tanto en calderas como en estufas. Su funcionamiento es sostenible debido a que el CO2​ liberado en la combustión es neutro respecto al ciclo de vida del olivo.

Con todo, el uso de este tipo de biomasa genera un alto poder calorífico, lo que también garantiza un alto rendimiento en las calderas y estufas adaptadas. También es más económico que los combustibles tradicionales, lo que supone un ahorro para la factura de la luz. Finalmente, el hecho de transformar un subproducto de la industria oleícola en energía limpia fomenta la economía circular.

Por todo ello, el uso de estos tipos de sistemas de calefacción ecológica de bajo consumo es la alternativa más sabia para lograr un presente y futuro más verdes sin renunciar al ahorro. Visita la tienda online de Peláez Renovables y comprueba cómo el hueso de aceituna con calidad certificada puede ofrecer una calefacción económica y eficiente.

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